Declaración conjunta de ministros de Asuntos exteriores del G7 (26 de enero de 2021)

Los ministros de Asuntos Exteriores de Francia, Alemania, Canadá, los Estados Unidos de América, Italia, Japón y el Reino Unido, al igual que el alto representante de la Unión Europea, condenamos unánimemente el arresto y la detención por motivos políticos de Aleksey Navalny.

La detención de miles de manifestantes pacíficos y periodistas nos preocupa profundamente y llamamos a Rusia a respetar sus obligaciones nacionales e internacionales y a liberar a las personas detenidas arbitrariamente por haber ejercido el derecho a la libertad de reunión pacífica el pasado 23 de enero. La represión violenta de personas que ejercen su derecho a la libertad de opinión por parte de las fuerzas policiales es inaceptable. Lo acaecido confirma que en Rusia sigue tendiéndose hacia la reducción del espacio del que dispone la oposición, la sociedad civil, los defensores de los derechos humanos y las voces independientes, tendencia que es negativa.

Resulta deplorable que Aleksey Navalny esté detenido en base a resoluciones judiciales que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos calificó en 2017 como arbitrarias y manifiestamente poco razonables. Los ministros de Asuntos Exteriores del G7 llamamos a las autoridades rusas a liberar a Aleksey Navalny de forma inmediata y sin condiciones. Rusia está sujeta a obligaciones nacionales e internacionales de respetar y proteger los derechos humanos.

Los ministros de Asuntos Exteriores del G7 reiteran su condena más rotunda del envenenamiento de Aleksey Navalny, que se llevó a cabo en agosto de 2020 con un agente neurotóxico químico del grupo Novichok, sustancia desarrollada por Rusia.

Recordamos que cualquier uso de armas químicas es inaceptable y vulnera la normativa internacional, que se opone a su uso. Los ministros de Asuntos Exteriores del G7 volvemos a instar a las autoridades rusas a que investiguen y den una explicación creíble respecto del uso de un arma química en su territorio, de acuerdo con las obligaciones que Rusia ha contraído en el marco de la Convención sobre la prohibición de las armas químicas.