Agenda de Weimar para una Unión Europea fuerte y geopolíticamente activa (Weimar, 22 de mayo de 2024)

Compartir

Comunicado conjunto de los ministros de Asuntos Exteriores de Francia, Alemania y Polonia

Nuestra seguridad está amenazada. Vivimos en una era de rivalidad sistémica, en la cual ciertos regímenes autocráticos hacen uso de su poder para socavar y destruir el orden internacional basado en la Carta de las Naciones Unidas. Rusia libra su guerra de agresión ilegal contra uno de nuestros vecinos, socava activamente la arquitectura de seguridad europea, que rechaza abiertamente, y ha comenzado a realizar operaciones híbridas malintencionadas contra nuestros países. Como europeos, debemos permanecer unidos y proteger nuestros intereses y valores, así como los principios del derecho internacional, los derechos humanos y la paz.

La Unión Europea (UE) debe convertirse en un verdadero actor geopolítico y garante de la seguridad, capaz de hacer frente a los retos contemporáneos de seguridad y de reforzar el orden internacional. Nosotros, ministros de Asuntos Exteriores de Francia, Alemania y Polonia, reafirmamos nuestra determinación de promover un programa ambicioso para Europa. Nuestro objetivo es reforzar la soberanía y la resiliencia de Europa.

Con este fin, hemos acordado esta Agenda de Weimar para una UE fuerte y geopolíticamente activa. Refleja nuestras prioridades para el próximo mandato europeo en el ámbito de la acción exterior de la UE. Esperamos dar un nuevo impulso a nuestros próximos debates estratégicos sobre el futuro de la UE en el mundo.

Reforzar la seguridad y la defensa de Europa

  • Reafirmamos la importancia de unas capacidades europeas de defensa reforzadas, más eficaces y que contribuyan positivamente a la seguridad trasatlántica y mundial, que sean complementarias e interoperables con las capacidades de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). A este respecto, destacamos la importancia de un pilar europeo fuerte en la OTAN, para mantener y reforzar nuestra defensa y seguridad colectivas como Aliados. Consideramos que los siguientes elementos son esenciales para reforzar la seguridad y la defensa de Europa:
    • Aumentar los recursos europeos: destinaremos al menos el 2 % de nuestro PIB a la defensa. A nivel europeo, aguardamos con interés el informe que se presentará en el Consejo Europeo de junio, que estudiará todas las posibilidades para movilizar financiaciones. Debemos asignar nuestros fondos estratégicamente para desarrollar las fuerzas y capacidades necesarias para nuestra defensa colectiva.
    • Para avanzar, debemos subsanar las deficiencias europeas en materia de capacidades: en lo que respecta al desarrollo de capacidades europeas, las principales necesidades se encuentran en los ámbitos de la defensa aérea, las capacidades de combate terrestre, los sistemas de ataque de precisión en profundidad, los drones, las capacidades de mando y de control, las capacidades logísticas y de movilidad, las reservas de municiones y las inversiones en tecnologías del futuro para conservar nuestro avance tecnológico.
    • Reforzar nuestras capacidades industriales: dar prioridad a las políticas industriales de defensa, intensificando los esfuerzos de coordinación y normalización, aumentar las inversiones y las capacidades en materia de producción, establecer contratos de compra a largo plazo, apoyar adecuadamente el Fondo Europeo de Defensa y el Programa para la Industria de Defensa Europea, subsanar las deficiencias de financiación entre la fase de investigación y desarrollo de prototipos y su lanzamiento en el mercado, procurando que todos estos esfuerzos conduzcan a la ampliación de la base de producción en toda la UE y beneficien a los sectores industriales, en particular a las pymes y a las empresas de mediana capitalización en Europa. Mejorar el acceso de la industria de defensa europea a las financiaciones públicas y privadas.
    • Desarrollar y adquirir conjuntamente capacidades europeas: reducir los costos y asegurar una mayor interoperabilidad mediante nuevos acuerdos marco, nuevas coaliciones para realizar compras en común y una certificación conjunta. Procurar que los Gobiernos den garantías de compras plurianuales, para ofrecer seguridad en materia de planificación e incentivos para aumentar la producción.
    • Reforzar la eficacia de la gestión de crisis: debemos lograr que nuestra política común de seguridad y defensa sea más eficaz, incluso en la fase de toma de decisiones, y que la capacidad de despliegue rápido de la UE esté en funcionamiento para 2025.
  • Luchar contra la manipulación de información e injerencia por parte de agentes extranjeros y, en la continuidad de la declaración del 21 de mayo de 2024 de los ministros de Asuntos Exteriores de Francia, Alemania, Polonia y de otros Estados miembros de la UE, reforzar la resiliencia y trabajar hacia una mayor coordinación y una mayor capacidad de reacción a nivel de la UE a este respecto, en particular para asegurar que las plataformas en línea actúen más rápida y eficazmente en materia de lucha contra las campañas de desinformación, promoviendo también los esfuerzos de la sociedad civil para reforzar la alfabetización mediática y la resiliencia en este ámbito en terceros países. Prevemos crear un fondo común para financiar proyectos que aumenten la resiliencia de los medios de comunicación en el extranjero.
  • Garantizar un compromiso europeo a largo plazo en favor de Ucrania, en el ámbito militar, económico y diplomático y basándonos en el futuro acuerdo de seguridad entre la UE y Ucrania y en los trabajos emprendidos en el marco del Grupo de Contacto para la Defensa de Ucrania (Ramstein) y de otros foros, incluida la Conferencia de París en apoyo a Ucrania, organizada el 26 de febrero. Apoyar a Ucrania es también reforzar nuestra propia seguridad europea y promover nuestros intereses geopolíticos. Permanecemos unidos para prestar apoyo militar a Ucrania todo el tiempo que sea necesario. Trabajaremos juntos, y también con Ucrania, con vistas al Consejo Europeo de junio, la cumbre de la OTAN en Washington y la reunión de la Comunidad Política Europea en Blenheim en julio. La organización de una reunión con Ucrania en el formato del Triángulo de Weimar y la Conferencia sobre la Recuperación de Ucrania, que tendrá lugar en Berlín en junio, nos permitirán avanzar en esta dirección. Además, los países del Triángulo de Weimar prevén llevar a cabo, en representación de Ucrania, actividades diplomáticas conjuntas para concienciar a diferentes socios internacionales.
  • Garantizar el éxito del proceso de ampliación en lo que respecta a Ucrania y Moldavia, para contribuir a reforzar la estabilidad y la seguridad de Europa. Con dicho fin, es necesario que el proceso de adhesión se base en el mérito y que se preste un apoyo firme a Ucrania y a Moldavia en sus esfuerzos por progresar en la aplicación de sus reformas y cumplir con los criterios necesarios para permitir el inicio de las negociaciones de adhesión a la UE de aquí al final de la Presidencia belga del Consejo y, posteriormente, la apertura de grupos de capítulos de negociación sobre los fundamentos básicos con los dos países. Estas acciones se verían complementadas por los esfuerzos realizados en el marco del proceso de Berlín en favor de los Balcanes Occidentales.
  • Comprometernos a reforzar el sector de la seguridad y la defensa de Moldavia y su resiliencia frente a la injerencia por parte de agentes extranjeros, así como a apoyarla en sus esfuerzos de lucha contra los ataques híbridos de Rusia y de aplicación de las reformas necesarias, sobre la base, en particular, de la reunión sobre la seguridad de Moldavia, que tuvo lugar en París el 17 de mayo. Los países del Triángulo de Weimar movilizarán, asimismo, los fondos disponibles de la UE para apoyar iniciativas locales en el ámbito de la ayuda al desarrollo, la promoción de la UE, la lucha contra la desinformación y la difusión de contradiscursos.
  • Apoyar la reconstrucción y la modernización de Ucrania: los países del Triángulo de Weimar se esmerarán por identificar posibles proyectos comunes para apoyar a Ucrania. En particular, se podría prever actuar en común para reforzar las capacidades administrativas de Ucrania (intercambio de personal, programas de formación y transferencia de conocimientos). Esto contribuiría a apoyar una reconstrucción eficaz y mantener el impulso del proceso de adhesión, ayudando, al mismo tiempo, a los países del Triángulo de Weimar a entender mejor las necesidades de Ucrania.

Reforzar la coherencia de la acción exterior de la UE: hablar con una sola voz y actuar de manera unida

En este período de preparación del próximo ciclo europeo, debemos reforzar la eficacia de nuestra acción exterior. Deseamos que, tras las elecciones europeas, se nombre un equipo dirigente fuerte, en la Comisión Europea, en el cargo de alto representante y vicepresidente de la Comisión y en el de presidente del Consejo Europeo, con el objetivo de reforzar aún más la coherencia entre el SEAE, la Comisión y la Secretaría General del Consejo, tomando debidamente en cuenta la diversidad geográfica y demográfica de la Unión y de sus Estados miembros. Las instituciones de la UE y sus Estados miembros deberían adoptar un enfoque de tipo «Equipo Europa» para asegurar la coherencia de nuestra acción y de los mensajes que damos. Esto es especialmente necesario, puesto que se prevé que la UE ayude a la industria de seguridad y defensa a crecer en los próximos años. Llevaremos a cabo una coordinación estrecha en lo que respecta a las medidas necesarias a nivel institucional para apoyar este esfuerzo. Asimismo, consideramos que la agenda de la próxima Comisión sobre seguridad y resiliencia económica será fundamental para construir una UE soberana y competitiva.

También prevemos emprender las siguientes acciones:

  • Explorar la idea de un equipo integrado de sanciones del SEAE y la Comisión, que funcione como un punto único de contacto de la UE para las sanciones, capaz de efectuar un análisis común tanto del impacto como de la elusión de las sanciones, y como un proveedor de servicios para los Estados miembros al momento de proponer designaciones o sanciones sectoriales. Este equipo integrado contribuiría a contar con una política de sanciones más robusta, que se ajuste a los objetivos de la política exterior y de seguridad común (PESC).
  • Reflexionar sobre la manera de reforzar el papel del alto representante y vicepresidente de la Comisión, con el fin de que nuestra acción exterior sea más coherente y eficaz. El alto representante y vicepresidente de la Comisión debería también velar por que el instrumento geopolítico Global Gateway ejerza una mayor influencia, lo que garantizaría, a su vez, una utilización más coherente y estratégica de los instrumentos de financiación de la acción exterior de la UE.
  • Establecer un «proceso de reflexión de Weimar» sobre las relaciones exteriores, para iniciar un debate sobre las reformas a más largo plazo, en particular la armonización de la toma de decisiones en el marco de la política exterior y de seguridad común en una Unión ampliada y una mayor alineación de las políticas y los instrumentos de la acción exterior. Este proceso de reflexión podría, asimismo, contribuir a la revisión de la Estrategia Global de la UE de 2016, con el fin de incorporar la evolución de la situación geopolítica. Podría reunir, en particular, a antiguos funcionarios de alto nivel y expertos.
  • Trabajar para avanzar hacia un enfoque de «seguridad integrada para la UE»: teniendo en cuenta las repercusiones sobre la acción exterior y las políticas nacionales de las amenazas híbridas o terroristas, de las ciberamenazas, de la manipulación de información e injerencia por parte de agentes extranjeros, de la corrupción y la delincuencia organizada transnacional, estamos decididos a tener más en cuenta el vínculo entre seguridad interior y exterior en el marco de nuestra acción exterior.

Aumentar nuestra proyección en el mundo: próximas etapas y apoyo a los bienes públicos mundiales

  • Actuar por el clima: debemos continuar reforzando la seguridad y la prosperidad de Europa, logrando, en particular, que la UE sea un bastión de la innovación y la inversión verde, reduciendo progresivamente su dependencia de los combustibles fósiles rusos, aumentando su resiliencia frente a los efectos del cambio climático y velando por mantener, a nivel mundial, un posicionamiento en favor de una política climática ambiciosa, factible, equitativa, justa, solidaria y que persiga el objetivo de limitar el aumento de la temperatura media mundial a 1,5 °C.
  • Crear un «Triangulo de Weimar verde» para apoyar a terceros en la ejecución de la primera decisión del balance mundial, en particular el llamamiento a llevar a cabo una transición que deje atrás los combustibles fósiles en los sistemas energéticos, de forma justa, ordenada y equitativa, a triplicar la capacidad mundial en energías renovables y duplicar la tasa media anual de mejora de la eficiencia energética a nivel mundial de aquí a 2030. En el marco de estos esfuerzos, daremos prioridad a la adopción de medidas concretas y oportunas para acelerar los esfuerzos dirigidos a reducir gradualmente la producción de energía a partir del carbón sin medidas de mitigación en los sistemas energéticos nacionales de los países, de conformidad con sus trayectorias para alcanzar las cero emisiones netas.
  • En el marco de este «Triángulo de Weimar verde», instaremos a todas las partes a presentar contribuciones determinadas a nivel nacional que demuestren avances y un nivel de ambición tan alto como sea posible, acompañadas de objetivos de reducción absoluta de todos los gases de efecto invernadero en todos los sectores y categorías de la economía, de conformidad con el objetivo de los 1,5 °C y sus estrategias a largo plazo.
  • Traducir las asociaciones internacionales en acciones concretas: el SEAE debería desempeñar una función facilitadora para los 27 Estados miembros de la UE, organizando actividades de concienciación ante los Estados que no han adoptado claramente un posicionamiento y continuando el desarrollo del plan de acción de la UE sobre las consecuencias geopolíticas para terceros países de la invasión rusa de Ucrania, con el fin de utilizarlo como documento de referencia para profundizar el diálogo. Con el fin de reforzar las asociaciones internacionales de la UE, debemos utilizar más estratégica y coherentemente los instrumentos de política exterior con arreglo a los objetivos de la estrategia Global Gateway, para ser capaces de «hacer la mejor oferta», velando por lograr nuestros objetivos en materia de mitigación del riesgo. Sin dejar de cumplir con nuestro compromiso de responder a las prioridades de nuestros socios en materia de desarrollo, nos esforzaremos por aprovechar nuestras asociaciones para reforzar la seguridad y la resiliencia económica de la UE, en particular mediante una diversificación de nuestras cadenas de suministro.
  • Lograr que la comunicación estratégica de la UE sea más eficaz: la acción de la UE en los países no pertenecientes a la Unión ya es importante y diversa. No obstante, la UE necesita capitalizar más eficazmente los beneficios de su acción en terceros países, destacándola y comunicando aún más sobre ella, ya se trate de las iniciativas realizadas en el marco de la estrategia Global Gateway o de las medidas de ayuda llevadas a cabo gracias al Fondo Europeo de Apoyo a la Paz. Asimismo, la UE debe poder comunicar más a terceros países sobre las iniciativas que adopte en el marco de su política interior y que repercutan negativamente en dichos países.
  • Una diplomacia unida: volver a recurrir a una práctica que ya ha demostrado ser beneficiosa y que consiste en que uno o varios ministros de Asuntos Exteriores realicen misiones diplomáticas específicas en nombre de la UE, sobre la base de una lógica de distribución de las tareas más eficaz y en estrecha coordinación con los Veintisiete.

Enlaces de interés