El panel de expertos de alto nivel «Una sola salud» se reunió por primera vez los días 17 y 18 de mayo. Este nuevo foro encargado de prevenir enfermedades de origen animal fue presentado en una conferencia de prensa organizada por la OMS el jueves 20 de mayo a las 9 h, conferencia que contó con la (…)
A escala planetaria, son muchos factores los que aumentan los riesgos sanitarios epidémicos. Factores como la multiplicación de los intercambios de bienes y de personas, el cambio climático, la degradación del medioambiente (ya se trate de la erosión o de la pérdida de biodiversidad) o la invasión de los hábitats naturales, que favorece el acercamiento entre animales y humanos.
Las grandes pandemias (sida, tuberculosis y malaria), las epidemias (como los virus gripales) y las enfermedades emergentes (MERS-CoV, SRAS, ébola, zika, COVID-19) han recordado a la comunidad internacional la importancia que reviste la seguridad sanitaria y lo difícil que resulta garantizarla. También demuestran la magnitud de las consecuencias –humanas, sociales, diplomáticas y económicas– que pueden generar las crisis sanitarias.
Y recuerdan la interdependencia entre el medioambiente y las especies vivas, al igual que la necesidad de tener más en cuenta esta interconexión cuando se lucha contra las crisis sanitarias epidémicas. El enfoque transversal « Una sola salud » debe cobrar importancia a escala internacional para mejorar la preparación y la gestión ante las crisis sanitarias ; Francia ha propuesto dos iniciativas en este sentido : el consejo de expertos de alto nivel y el proyecto Prezode.
La seguridad sanitaria internacional cubre todas las actividades preventivas y correctivas que se implementan para reducir la vulnerabilidad de la población ante determinadas situaciones sanitarias. Se trata de prevenir, vigilar, detectar y evaluar los riesgos sanitarios, al igual que definir y aplicar medidas de preparación, notificación, respuesta y gestión de dichos riesgos desde la óptica de la salud pública a escala mundial. La seguridad sanitaria internacional está estrechamente ligada al refuerzo de los sistemas sanitarios, puesto que no puede garantizarse de no apoyarse en un sistema sanitario resiliente y capaz de prevenir, detectar y responder a los riesgos.
El enfoque « Una sola salud », que surgió a principios del siglo XXI, defiende la idea de interdependencia entre salud humana y salud animal y de relación de ambas con la salud de los ecosistemas en los que los humanos y los animales viven y cohabitan.
Las últimas décadas se han caracterizado por una multiplicación de las crisis sanitarias. Esto demuestra el estrecho vínculo que existe entre la salud humana y la salud animal : el 60 % de las enfermedades infecciosas conocidas que sufren los humanos son de origen animal. También es el caso del 75 % de las enfermedades humanas emergentes. Por ejemplo, es así en las infecciones de humanos por algunos virus de la gripe aviar, por el MERS-CoV, en enfermedades transmitidas por vectores (zika, dengue, chikunguña), en la epidemia de ébola y, actualmente, en la de la COVID-19.
Sobre la base de esta observación, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) comenzaron a trabajar conjuntamente (colaboración tripartita) en 2010 en el marco del enfoque « Una sola salud ».
En este contexto, estas organizaciones trabajan juntas en la gestión de riesgos sanitarios estudiando las interacciones entre animales, humanos y ecosistemas. Por ejemplo, se implementan acciones de protección del medioambiente que inciden en las enfermedades transmisibles. De forma más general, el enfoque funciona en todas las dimensiones de la salud humana y animal al englobar todas las patologías que inciden en la salud pública y la seguridad alimentaria.
La pandemia de COVID-19 ha demostrado que urge valorizar el enfoque « Una sola salud » e instaurar una estructura que pueda alertar a la opinión pública y a los que toman decisiones sobre la interacción entre salud humana, animal y medioambiental.
Para responder a esta urgencia, Francia, en colaboración con Alemania, propuso instaurar un consejo de expertos de alto nivel « Una sola salud » antes de la Asamblea Mundial de la Salud (AMS) de mayo de 2021. Dicho consejo reunirá a expertos de las cuatro organizaciones internacionales encargadas de hacer seguimiento de las zoonosis, es decir, la OMS, la FAO, la OIE y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)->https://www.unep.org/es], al igual que a expertos independientes. Se encargará de publicar información científica fiable sobre los vínculos entre salud humana, animal y medioambiental y emitir recomendaciones para ayudar a los responsables públicos a tomar decisiones útiles para responder a futuras crisis sanitarias.
La labor del consejo de expertos se llevará a cabo en estrecha coordinación con el proyecto Prezode->https://www.cirad.fr/espace-presse/communiques-de-presse/2021/prezode-prevenir-pandemies], defendido por organismos científicos y anunciado por Francia en la cumbre One Planet del 11 de enero de 2021, que combinará investigación y acciones operativas para mitigar el riesgo de que se produzcan emergencias infecciosas de origen animal rebajando la presión sobre la biodiversidad.
Una de las prioridades de Francia en salud mundial consiste en mejorar la seguridad sanitaria internacional, en coordinación y cooperación con sus socios, en particular la OMS, con la que existe una alianza estratégica fructífera a este respecto.
Así, la seguridad sanitaria internacional y la lucha contra las enfermedades epidémicas y pandémicas son una de las cinco prioridades del acuerdo marco entre Francia y la OMS para el periodo 2020-2025->https://www.legifrance.gouv.fr/jorf/id/JORFTEXT000041721661]. Durante su mandato en el Consejo Ejecutivo de la OMS (mayo de 2015-mayo de 2018), Francia también quiso reforzar la seguridad sanitaria internacional, en particular implementando el Reglamento Sanitario Internacional (RSI).
Para lograr este objetivo principal, Francia está tomando medidas en las tres áreas siguientes :
El Reglamento Sanitario Internacional (RSI) es un instrumento jurídicamente vinculante. Es el principal medio de proteger a la población mundial contra enfermedades nuevas y resurgentes, choques microbianos y otras amenazas para la salud pública y la seguridad sanitaria.
Concretamente, a través del RSI, los Estados se comprometen a adquirir y mantener un conjunto mínimo de capacidades operativas para detectar riesgos, alertar sobre ellos y darles respuesta. Estas capacidades son esenciales para que un Estado pueda responder a una emergencia de salud pública y evitar que se propague a otros países.
Francia apoya la plena aplicación del RSI, adoptado en 2005 por 196 Estados Partes y en vigor desde 2007. Sin embargo, actualmente, sólo una tercera parte de los Estados Partes del RSI se ajusta a él y cuenta con las capacidades necesarias para prevenir, detectar y responder a un riesgo sanitario de cierta envergadura.
Para garantizar la seguridad sanitaria internacional de forma perenne y duradera, la implementación del RSI debe comprobarse y ser efectiva. Francia ha respaldado la elaboración de un nuevo marco de seguimiento y evaluación de la implementación del RSI. Participa en su despliegue, en particular movilizando a sus expertos para participar en las misiones de evaluación organizadas por la OMS, a petición de los países.
Se ha presentado voluntaria para participar en la fase piloto de evaluación por los pares sobre la preparación ante emergencias sanitarias. Dicha iniciativa, que lanzará próximamente la OMS, persigue mejorar la implementación y el seguimiento del RSI como respuesta a las lagunas que ha revelado la pandemia de COVID-19.
Para apoyar, defender y redinamizar el sistema multilateral, Francia se moviliza y apoya, junto con Alemania y más ampliamente sus socios europeos, los esfuerzos de la OMS para coordinar la respuesta sanitaria y humanitaria a la crisis de COVID-19, tanto desde el punto de vista financiero como desde el político.
Las reflexiones de Francia y de Alemania también han alimentado la decisión de la Unión Europea sobre el fortalecimiento del papel de la OMS en la preparación y la respuesta a las emergencias sanitarias, que se adoptó el 20 de enero de 2021 durante el Consejo Ejecutivo de la OMS. Sobre la base de esta decisión, la Unión Europea podría proponer una nueva resolución en la AMS de mayo de 2021, en coherencia con las evaluaciones que están llevando a cabo el Grupo independiente de preparación y respuesta frente a las pandemias, el Comité Independiente de Asesoramiento y Supervisión para el Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS y el Comité de Examen acerca del funcionamiento del RSI.
Francia contribuye en la respuesta internacional a la pandemia de COVID-19 a través de su ayuda al desarrollo directa y su apoyo a las instituciones multilaterales. Brinda un apoyo activo a las instituciones internacionales multilaterales, que aportan sus conocimientos y su capacidad económica en estrecha colaboración y bajo la coordinación de la OMS.
El 16 de abril, el Presidente de la República Francesa reunió por conferencia telefónica a los responsables de las principales organizaciones internacionales en materia de salud mundial, activas en la respuesta contra el Covid-19 (OMS, Fondo Mundial, Unitaid, Gavi, CEPI, Wellcome Trust, Fundación Gates, Banco Mundial, Medecines Patent Pool, así como Françoise BARRE-SINOUSSI, Presidenta del “Comité analyse recherche et expertise” ) para fortalecer la coordinación internacional en torno a la OMS y construir una iniciativa multilateral. Los participantes convinieron en la necesidad de una iniciativa coordinada y amplia encaminada a la eficiencia y la equidad.
Este intercambio permitió definir un llamamiento común para la acción encaminado a acelerar el desarrollo y el acceso a los tratamientos, diagnósticos y vacunas, incluso en los países más desfavorecidos.
Este llamamiento se apoya en 4 pilares :
Objetivos :
1. Acelerar el diseño y la producción de diagnósticos, tratamientos y vacunas..
El desafío es mayor en la medida en que un número creciente de países y territorios se esfuerzan por levantar gradualmente las medidas de confinamiento adoptadas para frenar el avance del virus.
2.Garantizar un acceso seguro, equitativo y universal al diagnóstico, el tratamiento y las vacunas.
Debemos elaborar ahora un enfoque integral para asegurarnos de que nadie se quede atrás y para dar una respuesta internacional justa, transparente, equitativa, eficaz y rápida.
3. Consolidar los sistemas de salud para combatir el COVID-19 y continuar la lucha contra otras enfermedades..
La pandemia de COVID-19 está teniendo un impacto muy fuerte entre los más vulnerables del mundo. El fortalecimiento de los sistemas de salud mundiales es esencial para ayudar a los países a luchar contra la pandemia, para evitar que los sistemas sanitarios se vean desbordados por la crisis y para no poner en peligro los logros alcanzados en la lucha contra el VIH, la tuberculosis y la malaria.
Para ello, Francia ha puesto en marcha una plataforma de cooperación mundial (Access to COVID-19 Tools - ACT) para acelerar e intensificar la investigación, el desarrollo, el acceso y la distribución equitativa de las vacunas y otros tratamientos terapéuticos y de diagnóstico que salvan vidas, así como el fortalecimiento de los sistemas sanitarios.
Entre las organizaciones que trabajan en esta iniciativa, cabe citar a :
Por otra parte, el 9 de abril, Francia anunció la puesta en marcha de la iniciativa « Covid-19 - salud en común » para responder a la crisis sanitaria provocada por la pandemia en los países más vulnerables de África, el Océano Índico, el Caribe y el Oriente Próximo. Dotada con 1.200 millones de euros, prestará apoyo rápido a los sistemas sanitarios, las redes regionales de vigilancia epidemiológica y las ONG que trabajan sobre el terreno.
Estrategia de salud mundial de Francia 2017-2021 (PDF, 748.3 ko)->https://www.diplomatie.gouv.fr/IMG/pdf/sante_mondiale_web_cle863195-1.pdf]
Actualización : febrero de 2021
