Unión Europea - Declaración de Jean-Noël Barrot a su llegada al Consejo de Asuntos Exteriores (14 de abril de 2025)
Este fin de semana, con la masacre del Domingo de Ramos, el horror ha alcanzado su apogeo en Ucrania. En Sumi, en el nordeste del país, civiles inocentes han sido el blanco de los misiles de Vladímir Putin en dos ocasiones. Esto demuestra, por si todavía fuera necesario confirmarlo, el desprecio de Vladímir Putin por la población civil y el derecho de la guerra. Recuerdo que Vladímir Putin sigue siendo objeto de una orden de detención de la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra. También esto demuestra sus verdaderas intenciones. Aunque Ucrania accedió a un alto el fuego hace más de un mes, resulta evidente que Vladímir Putin no tiene intención alguna de avanzar en esta dirección. Por tanto, hay que obligarlo a ello, y ésta es la razón por la cual insto a la Unión Europea a adoptar las más contundentes sanciones contra Rusia con el fin de asfixiar su economía e impedir que alimente sus esfuerzos bélicos. Creo que Estados Unidos, que se ha implicado considerablemente para alcanzar un alto el fuego –el propio Donald Trump le ha dedicado mucho tiempo y energía– también puede forzar y obligar a Vladímir Putin a sentarse en la mesa de negociación mediante sanciones que ya están listas.
En Gaza la situación nunca ha sido tan dramática. La ayuda humanitaria al enclave lleva ya más de un mes sin poder acceder. Hay que retomar el alto el fuego, permitir el acceso sin trabas de la ayuda humanitaria y liberar a los rehenes del Hamás. Entonces podrá entablarse la negociación sobre la base del plan preparado por los países árabes para la reconstrucción, la gobernanza y la seguridad en Gaza, para emprender después una solución política, porque no hay solución militar para el conflicto palestino-israelí. Una solución política que es el objeto de la conferencia de las Naciones Unidas presidida por Francia y Arabia Saudí, dirigida a preservar y encauzar la solución de los dos Estados, con reconocimientos colectivos y recíprocos, que permita al pueblo israelí y al pueblo palestino vivir el uno junto al otro, en paz y seguridad.
En Irán, hoy adoptamos un paquete de sanciones contra los responsables de la diplomacia de los rehenes de Estado. Es lo que pedí en el último Consejo de Asuntos Exteriores. Me alegra que hoy podamos adoptar dichas sanciones contra siete personas y dos entidades, entre las que figura la cárcel de Shiraz. Ya era hora, porque las condiciones en las que están detenidos algunos ciudadanos franceses y europeos son indignas y equiparables a la tortura con arreglo al derecho internacional, y algunos de ellos se ven privados de protección consular. Éste es el motivo por el cual anuncié que Francia denunciaría ante la Corte Internacional de Justicia esta vulneración de la protección consular. Y he recordado a todos nuestros compatriotas que eviten viajar a Irán, y a aquellos que estén de paso en el país, que regresen a la mayor brevedad. Al mismo tiempo, este fin de semana Estados Unidos ha entablado conversaciones con Irán. Somos muy favorables a esta iniciativa, pero, junto a nuestros amigos y socios británicos y alemanes, estaremos atentos a que las negociaciones que puedan emprenderse se ajusten a nuestros intereses de seguridad en lo que respecta al programa nuclear iraní, que para el territorio francés y el territorio europeo representa una amenaza significativa. Esperamos recibir el informe del director general del OIEA dentro de unas semanas, informe que debe demostrar los avances de dicho programa, o al menos dar cuenta de ellos.
En cuanto a Azerbaiyán, estoy profundamente preocupado por el auge de la tensión en la frontera. Deseo que la misión europea desplegada sobre el terreno pueda incrementarse para ser capaz de observar y contener dicha tensión. Debe firmarse el tratado de paz y los detenidos arbitrarios, los prisioneros, deben ser liberados. Me expresé en este sentido la semana pasada.
Voy a terminar con la situación en los Balcanes, cuestión sobre la cual se debatió ayer por la tarde y que trataremos hoy con el fin de movilizarnos por esta región, que está en el centro de la Unión Europea y a la que preferimos exportar nuestra estabilidad antes que importar su inestabilidad. Todos los esfuerzos que realicemos deben converger y traer consigo estabilidad y una suerte de apaciguamiento a pesar de las tensiones surgidas en los últimos días.