Presentación
Una amenaza muy real
Francia y sus intereses han sido el objetivo de un terrorismo internacional vinculado a la situación en Próximo y Medio Oriente en la década de 1980, del Grupo Islámico Armado (GIA) en Argelia, en la década de 1990 y, desde los atentados de 2001 en Estados Unidos y la consecuente lucha antiterrorista, de redes yihadistas internacionalistas vinculadas o inspiradas en el movimiento Al Qaeda (atentado contra un autobús de la dirección de los astilleros en Karachi y contra el petrolero francés Limbourg frente a la costa de Adén en 2002, asesinato de 7 personas en las localidades de Montauban y Toulouse en marzo de 2012, asesinatos y raptos de ciudadanos franceses en el extranjero –turistas, expatriados y militares- en Arabia Saudí, Mauritania, Malí, Argelia, Marruecos, Nigeria, Yemen, Somalia y Afganistán desde 2007).
Estas redes terroristas son una amenaza constante y estratégica para Francia, que sigue siendo un objetivo como lo ilustran regularmente las declaraciones de Ayman Al-Zawahiri, jefe de la red terrorista Al Qaeda, y de Abdelmakel Droukdal, emir nacional de Al Qaeda del Magreb Islámico (ex GSPC). El riesgo terrorista atañe hoy tanto al territorio nacional como a los ciudadanos e intereses franceses que se encuentran en el extranjero. Sin embargo, el desmantelamiento de varias células terroristas desde 2001 ha permitido impedir la realización de atentados en el territorio nacional.
Dispositivo nacional de lucha contra el terrorismo
Con cada ola de atentados, Francia ha ido mejorando su dispositivo de prevención y represión del terrorismo: leyes de 1986, 1996 y, poco después de los atentados de Madrid y Londres, ley de 23 de enero de 2006 sobre la lucha contra el terrorismo, con disposiciones diversas relativas a la seguridad y a los controles fronterizos.
Todos los actos de terrorismo son infracciones autónomas, sancionadas con penas agravadas (art. 421-1 del Código Penal). La actividad terrorista se considera generalmente combinando la existencia de un crimen o delito común, bien definido en una lista, con «una acción individual o colectiva que tenga por objeto alterar gravemente el orden público mediante la intimidación o el terror». Sin embargo, determinadas infracciones, como el acto terrorista ecológico, la asociación de malhechores terroristas y la financiación del terrorismo, son ya objeto de una incriminación específica. Las infracciones terroristas siguen un régimen procesal particular, caracterizado en particular por la centralización de las actuaciones, la instrucción y el juicio en una sola jurisdicción, compuesta por magistrados especializados, competente en todo el territorio nacional.
Francia se ha dotado, además, de un régimen específico para indemnizar a las víctimas, a través del Fondo de Garantía de Víctimas de Actos de Terrorismo (1986) y otras infracciones, que garantiza la indemnización de todas las víctimas, de cualquier nacionalidad, de actos terroristas cometidos en Francia, y de cualquier víctima francesa de actos terroristas cometidos en el extranjero.
Desde la Ley de 23 de enero de 2006, las personas o entidades que cometen, o intentan cometer, actos de terrorismo, pueden ser objeto de congelación de sus activos por orden del ministro de Economía y Finanzas. Este dispositivo es complementario de las listas de la ONU y de la UE, que también prevén la congelación de los activos financieros de las personas y entidades implicadas en actos de terrorismo.
Por último, el Parlamento adoptó el 21 de diciembre de 2012, la Ley n° 2012-1432 relativa a la seguridad y la lucha contra el terrorismo. Esta ley refuerza las sanciones contra «quienes sean culpables de apología o provocación al terrorismo en Internet».
Prevé que la justicia francesa persiga los actos de terrorismo cometidos en el extranjero por ciudadanos franceses o por personas que residan habitualmente en Francia, permitiendo perseguir a las personas que hayan participado en campamentos de entrenamiento terroristas en el extranjero aunque no hayan cometido actos reprensibles en territorio francés, y la aplicación de la congelación de los haberes financieros a las personas que inciten al terrorismo.
Este dispositivo, eficaz y respetuoso del Estado de derecho, cuenta con un amplio consenso porque ya no se cuestiona la realidad de la amenaza. El sistema francés se basa en el tratamiento específico de los asuntos de terrorismo sin instaurar un régimen de excepción.
Un tratamiento específico
Especialización de los servicios de inteligencia y de policía
- desarrollo de los medios humanos y materiales del departamento de contraterrorismo en la DGSE;
- creación por Decreto de 27 de junio de 2008, de la Dirección Central de Inteligencia Interior (DCRI), nacida de la fusión entre la DST y la DCRG, siendo la lucha contra el terrorismo una de sus cuatro prioridades;
- coordinación de la policía y de la gendarmería nacional, disponiendo esta última de su propia brigada de lucha antiterrorista (BLAT), a cargo de la Unidad de Coordinación de la Lucha Antiterrorista (UCLAT);
- creación del Consejo Nacional de Inteligencia (CNR) y de un puesto de coordinador, ambos bajo responsabilidad del presidente de la República, que cuenta con un grupo de trabajo especializado en la valoración de la amenaza terrorista;
- Los servicios de prevención (la DCRI tiene la doble función de servicio de inteligencia y de policía judicial) y los jueces a cargo de la represión disponen de un instrumento jurídico eficaz que les permite desmantelar las redes incluso antes de que se perpetre el atentado: la asociación de malhechores con miras a cometer un acto terrorista;
- dos unidades de intervención de tipo policial, el GIGN (Grupo de Intervención de la Gendarmería Nacional) y el RAID (Búsqueda, Asistencia, Intervención y Disuasión) destinadas a luchar contra las amenazas graves a la seguridad pública;
- el plan Vigipirate, que evoluciona conforme los servicios especializados valoran la amenaza.
Seguimiento de los casos de terrorismo ante las distintas jurisdicciones
En Francia, el seguimiento de los casos de terrorismo se lleva a cabo bajo el control del juez, ante las jurisdicciones de derecho común. Se han establecido fiscalías especializadas en materia de lucha contra el terrorismo; la sección antiterrorismo de la fiscalía de París tiene competencia nacional. En el caso de un proceso, los jueces del tribunal no son magistrados especializados, pero el jurado está compuesto por magistrados profesionales; el régimen de la prueba está simplificado y las penas son mayores.
Francia hace hincapié en la necesidad de completar las indispensables medidas represivas con una acción política preventiva. Su visión fue presentada en la primavera de 2006 en el libro blanco del gobierno francés sobre la seguridad interna ante al terrorismo.
La lucha contra la radicalización
La práctica francesa en materia de lucha contra la radicalización se basa esencialmente en una política de respeto de la legalidad. No se propone oponerse a un discurso ideológico que puede, ciertamente, contribuir en determinados casos a pasar al acto violento, pero que no conduce forzosamente al uso de la violencia. El objetivo de la práctica francesa son las infracciones a la ley (incitación a la violencia, al odio racial, etc.) y no lo adhesión a un discurso, lo que sería contrario al concepto francés de libertad de conciencia y expresión.
Cooperación internacional en materia de lucha contra el terrorismo
Bilateral
- con los intercambios indispensables entre servicios de inteligencia, un importante dispositivo de cooperación técnica y diálogos diplomáticos constantes con nuestros socios principales.
Europea
- el INTCEN (centro de análisis de inteligencia) comprende dos unidades, una encargada del análisis, la otra de las relaciones exteriores. La misión del INTCEN consiste en proporcionar análisis de inteligencia, alerta temprana y consciencia situacional a la Alta Representante del Servicio Europeo de Acción Exterior, a otros órganos de la Unión Europea con competencia en los ámbitos de la seguridad y las políticas exteriores, defensa y contraterrorismo, así como a los Estados miembros;
- participación en tres grupos de trabajo encargados de dar seguimiento a la lucha contra el terrorismo en la UE:
- COTER: cuestiones de terrorismo fuera de las fronteras de la UE, especialmente mediante conversaciones bilaterales con nuestros socios principales, y cuestiones de asistencia técnica a países terceros;
- TWG: cuestiones específicas de seguridad interior de la UE;
- el grupo encargado del seguimiento de la lista antiterrorista europea.existencia desde marzo de 2004, tras los atentados de Madrid, de un coordinador de la UE para la lucha contra el terrorismo, encargado de coordinar las actividades realizadas en la UE en el campo de la lucha antiterrorista;
- mejoras aportadas a la cooperación policial y judicial en el pilar Justicia y Asuntos de Interior de la Unión Europea y las Agencias Europol y Eurojust;
- acciones de asistencia técnica a países terceros realizadas por la Comisión junto al Servicio Europeo de Acción Exterior.
Multilateral
En las Naciones Unidas, que tienen un papel central en la lucha contra el terrorismo, especialmente por mediación de:
- la aplicación de la estrategia mundial antiterrorista adoptada en septiembre de 2006 y revisada con regularidad;
- diferentes convenios sectoriales específicos desarrollados a lo largo de los años para responder a nuevas amenazas;
- la acción del comité y su dirección ejecutiva contra el terrorismo;
- la acción del comité 1267/1989.en el marco del G8, cuyo grupo Lyon-Roma trata cuestiones de terrorismo y crimen organizado.
En el Consejo de Europa, que tiene una función normativa, principalmente a través de su Comité de Expertos en Terrorismo (CODEXTER). El Consejo adoptó el convenio europeo para la represión del terrorismo en enero de 1977, un protocolo que lo enmienda en mayo de 2003, un convenio europeo para la prevención del terrorismo en 2005 y un convenio relativo al blanqueo, seguimiento, embargo y comiso de los productos del delito y a la financiación del terrorismo.
En la OTAN, a la que se reconoció por primera vez en 1999 un papel de respuesta contra el terrorismo. A partir del 11 de septiembre, se incrementó el estudio del terrorismo en los trabajos de la OTAN (mayor implicación de la inteligencia militar en el análisis de la amenaza, fortalecimiento de las funciones del Comité Especial para el mejoramiento del intercambio de inteligencia sobre terrorismo entre aliados, desarrollo del intercambio de información sobre el vínculo entre el terrorismo y la proliferación NRBC). En la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de los países de la OTAN, celebrada en mayo de 2012 en Chicago, la OTAN aprobó nuevas líneas directrices sobre la lucha contra el terrorismo, que hacen hincapié en el mayor conocimiento de la amenaza, las capacidades idóneas y un mayor compromiso junto a los países socios y otros actores internacionales.
En la OSCE, que cuenta con una unidad antiterrorista desde 2003. Después del 11 de septiembre se formó un consenso para que este organismo atendiera iniciativas políticas, especialmente con el objetivo de alentar a sus miembros a ratificar los convenios de las Naciones Unidas o para fortalecer la asistencia técnica en la materia para los países miembros. La OSCE adoptó en diciembre de 2012 una decisión específica que presenta los esfuerzos emprendidos por esta organización desde 2001.
En el Grupo de Acción Financiera (GAFI), creado por los países de la OCDE para luchar contra el blanqueo de capitales. Después del 11 de septiembre su mandato se ha extendido a la lucha contra la financiación del terrorismo adoptando a tal efecto nueve recomendaciones especiales.
En el marco de la asociación euro-mediterránea, que adoptó en noviembre de 2005 un código de conducta antiterrorista.
En el Foro Global de Lucha contra el Terrorismo (GCTF), creado en septiembre de 2011, en Nueva York, con motivo de las conmemoraciones del décimo aniversario de los atentados del 11 de septiembre. Los objetivos de este foro son fomentar la aplicación de la estrategia mundial de las Naciones Unidas contra el terrorismo, facilitar las cooperaciones regionales, interregionales y globales, y alentar el enfoque civil de la lucha contra el terrorismo. El funcionamiento del GCTF se basa en el intercambio de información no sensible; redacta memorias y recaba buenas prácticas para divulgar en su seno métodos confirmados de lucha contra el terrorismo. Participan en él 29 Estados y la Unión Europea, concentra su acción en cinco grupos de trabajo, tres de ellos con una vocación geográfica (Sahel, Cuerno de África, Asia Sudoriental) y dos con vocación temática (lucha contra el extremismo violento, promoción del Estado de derecho y la justicia penal). Durante la reunión ministerial de 7 de junio de 2012, en Estambul, se adoptaron dos memorandos sobre la justicia penal y el Estado de derecho, y sobre la lucha contra la radicalización. En la tercera reunión ministerial, celebrada en Abu Dabi el 14 de diciembre de 2012, se adoptó un plan de acción para las víctimas del terrorismo y un memorando sobre los secuestros que piden el pago de un rescate.
Actualización : marzo de 2013